Se dice que el grupo de cumbia llamado Piola Vago anduvo visitando el baile de la “Mona” Jiménez y uno de los sobrinos del “Cordobés más famoso” le pidió prestado el auto a uno de los cumbieros para dar una vuelta y el auto recién apareció a los dos días tirado en una banquina y todo desmantelado, es decir, sin estéreo, sin llantas, etc. Se dice que el hombre de Buenos Aires no lo podía creer y quedó anonadado con esta situación que nunca esperó que le pasara. Según rumores, a la misma familia de la “Mola” le molesto y mucho lo realizado por el pibe, ya que les hizo agachar la cabeza.