Se dice queJosé Marinaro, concesionario de la Sociedad Belgrano, se puso como loco cuando se enteró que la tesorera del club había andado pidiendo fechas por las oficinas de Sabroso y de La Barra. Según comentan, cuando Marinaro se enteró, se comunicó con gente de la comisión directiva del club y supuestamente habría dicho: “Que tiene que andar esa culiada pidiendo fechas, si soy yo el que tiene la concesión del club”. ¡¡Calentitos los panchos!!